Saturday, 17 September 2016

On Marriage (Khalil Gibran)





From “The Prophet”, by Kahlil Gibran.

On Marriage

You were born together, and together you shall be forevermore.
You shall be together when the white wings of death scatter your days.
Ay, you shall be together even in the silent memory of God.
But let there be spaces in your togetherness,
And let the winds of the heavens dance between you.

Love one another, but make not a bond of love:
Let it rather be a moving sea between the shores of your souls.
Fill each other's cup but drink not from one cup.
Give one another of your bread but eat not from the same loaf
Sing and dance together and be joyous, but let each one of you be alone,
Even as the strings of a lute are alone though they quiver with the same music.

Give your hearts, but not into each other's keeping.
For only the hand of Life can contain your hearts.
And stand together yet not too near together:
For the pillars of the temple stand apart,
And the oak tree and the cypress grow not in each other's shadow.

(Ney York City, 1923)




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Del libro, “El Profeta”,  de  Khalil Gibran

Sobre el matrimonio

Nacisteis juntos, y juntos permaneceréis por siempre jamás. 
Estaréis juntos, aun cuando las blancas alas de la muerte pretendan separar vuestros días.
¡Ay! Seguiréis estando juntos, incluso en el silencioso recuerdo de Dios. 
Más, dejad que, en vuestra unión, existan espacios, 
Y permitid que los vientos de los cielos bailen entre vosotros.

Amaros el uno al otro, pero no hagáis de vuestro amor una carga:
Más bien dejad que sea un mar meciéndose entre las orillas de vuestras almas. 
Llenad, cada uno, la copa del otro pero no bebáis de la misma copa.
Compartid vuestro pan,  mas no comáis del mismo trozo.
Cantad y bailad juntos y sed alegres, pero permitid que cada uno pueda estar solo,
Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música. 

Entregad vuestros corazones, pero no para que, cada uno, esté a cargo del otro.
Pues tan sólo la mano de la Vida puede poseer vuestros corazones. 
Y permaneced juntos, aunque no demasiado próximos:
Porque los pilares del templo se sostienen por separado, 
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro.

(Versión inglesa, publicada en Nueva York, en 1923).